Fue en la explanada del Bar la Parada, donde nos reunimos para comenzar el sendero programado.
Primero dirección Monte S. Miguel y rodeándolo pasamos por todos los cercados donde estaban los toros …. Y las vacas.
Subiendo y bajando montes, como es habitual y normal en nuestra Sierra, vimos el agua depurada blanca y transparente, y sufriendo una bajada larguilla, llegamos a los abrevaderos.
Recorriéndolo, atravesamos la carretera y lo terminamos por una cerca arreglada, porque en otro sendero que hicimos, tuvimos que andar entre los becerros, y la verdad es que para algunos no fue agradable. Tanto es así que nos volvimos a todo correr, o sea que no pasamos entre becerros.
Pero, en fin, llegamos al camino de la huerta del sol y de allí, bajando y atravesando un camino señalado, llegamos al camino de la molinilla y por aquí subimos hasta la residencia.
¿Cansado?. Yo creo que no. Porque después de una cervecita se quito todo.
Eso si, disfrutamos.
Campo bonito. La mañana agradable. Los amigos lo mejor.
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