El día 24 andamos un poquito, de Almonte a El Rocío. Buen camino, buenas gentes y buen ambiente. Hizo calor, como era lógico en esta época, pero mereció la pena. A veces un poco de esfuerzo es beneficioso. Los que fuimos pasamos un día muy agradable. Anduvimos, disfrutamos del camino, convivimos, nos tomamos nuestras tapitas en el camino como esta mandado y, después de pasar por el Rocío, llegamos a la playa.
Después de comer donde cada uno quiso, algunos anduvieron, todavía más, para ir a donde querían, y otros descansamos en variopintos lugares.
La vuelta fue tan segura como la ida.
Felicidades a todos.
¡ Por cierto, mientras el amigo Pepe Luis descansó con una buena siesta en casa de Antonio otros se bañaron en su piscina ¡
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