Al Talenque nos fuimos y volvimos, de nuevo, a contemplar un campo helado, frío.
Sen puede apreciar que lo del frío nos es broma. Estaba el campo helado. Había caído una gran helada, y pudimos tocar con nuestra manos las plantas que estaban a nuestro alcance y podemos asegurar que cuando en la sierra hace frío, lo hace de verdad.
Volvimos sano y salvo. Y Ahora lo contamos.
Escribir comentario